>Defensoría de la Nación pide cambiar clasificación de agrotóxicos a partir del informe realizado por Médicxs de Pueblos Fumigados

>Córdoba | Peligro! Agrotóxicos

A fines de agosto pasado se realizó el “1° Encuentro de Médicos de Pueblo Fumigados”, organizado en forma conjunta con la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (ADIUC). Los especialistas denunciaron los gravísimos impactos que producen las fumigaciones con productos tóxicos en la vida de las personas. Entre otros casos, señalaron que en el Chaco “los casos de cáncer en niños menores de 10 años se triplicaron en la última década, y que este incremento coincide con la aplicación de prácticas y técnicas de cultivo que incluyen pulverizaciones aéreas con pesticidas vinculadas a la expansión de la frontera agrícola; que las malformaciones congénitas en el mismo período se incrementaron aún más, llegando a cuadruplicarse”. Los médicos reunidos en Córdoba también fueron determinantes sobre los efectos crónicos y las consecuencias en el mediano y largo plazo de los herbicidas y plaguicidas en la salud.

Poco tiempo después, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) presentó un trabajo realizado a pedido de la Justicia de Santa fe tras dar curso a un amparo presentado por ciudadanos de la localidad de San Jorge solicitando que se expida sobre la toxicidad del glifosato utilizado para fumigar soja. El mismo estuvo a cargo de veintiún expertos provenientes de distintas disciplinas científicas quienes determinaron que “no existen agroquímicos inocuos”.

Tomando como fundamento ambos informes, la Defensoría del Pueblo de la Nación resolvió el 12 de noviembre “recomendar al Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que impulse las medidas necesarias para modificar la metodología utilizada en la clasificación de toxicidad de los productos agroquímicos”.

Durante dos días se presentaron además una decena de investigaciones realizadas por académicos de universidades nacionales, incluida la Facultad de Medicina de la UBA y el Conicet. Los especialistas vincularon los agroquímicos con distintos tipos de cáncer, abortos espontáneos, malformaciones y trastornos de la fertilidad. Al tiempo que recordaron que en la Argentina se utilizan 300 millones de litros de agroquímicos por año y son afectados 12 millones de habitantes. “Existe evidencia científica que es suficientemente fuerte y consistente para reconocer que la exposición a plaguicidas aumenta el riesgo de afectar la salud humana”, afirmó en esa oportunidad el médico Medardo Ávila Vázquez, integrante de Médicos de Pueblos Fumigados.

De esta forma, el Defensor Adjunto del Pueblo estipuló que “hasta tanto se realice la revisión de la clasificación, los agroquímicos aprobados que no tengan evaluado el grado de su toxicidad en las dosis subletales y crónicas, sean clasificados como ‘I.a: sumamente peligrosos, muy tóxicos’ e identificados con banda roja. Los formulados de los agroquímicos que sean clasificados con la toxicidad mayor, que puede corresponder a la del componente más tóxico o al formulado considerado integralmente. Los estudios sobre los que se basan las clasificaciones de los agroquímicos, deben ser efectuados por entidades de acreditada y reconocida independencia de criterio”.

Metodología polémica
Sucede que las empresas agroquímicas defienden la baja toxicidad de sus productos con una metodología polémica. Éstas basan sus informes en los efectos agudos, la exposición a corto plazo y con efectos inmediatos, pero no profundizan los estudios científicos en los efectos crónicos, que implica exposición a bajas dosis durante un tiempo prolongado (ejemplo de ello son las fumigaciones de campos de soja o arroz).

La Defensoría del Pueblo de la Nación acaba de dar un paso en este sentido, ya que desde hace décadas, en todo el mundo, organizaciones ambientales y campesinas piden modificar esa metodología. Mediante la reciente resolución se solicitó al Ministerio de Agricultura que modifique la forma de categorización de los agroquímicos e instó a que los estudios de toxicidad estén a cargo de instituciones independientes (no de empresas ni de científicos ligados a las compañías) y, hasta que no se implemente la nueva metodología, al exigir que los agroquímicos sean reubicados en la más alta categoría de toxicidad, garantiza alejar las fumigaciones de escuelas rurales, viviendas campesinas y barrios periurbanos.

• Informe del 1er. Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados